A las puertas del infierno – Oro, purificado en el fuego
– de Ivo Sasek
Noticias Panorama, julio de 2024
Mateo 16, 18: “Tú eres Pedro (esp.: la roca), y sobre este tipo de roca edificaré mi congregación; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.”
Lucas 10, 19: “He aquí, os doy el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” Mateo 13, 58: “Y no hizo allí muchos milagros a causa de su incredulidad de ellos.” Hebreos 3, 19: “Y vemos que no pudieron entrar a causa de su i incredulidad.” A base de varios sucesos actuales, hoy pongo el dedo en una palabra bíblica de la cual se puede decir: Esta palabra se está cumpliendo ahora. El contenido trata de la profetizada aparición del Anticristo y hasta dónde ha progresado.
¡Amados hermanos y hermanas!
puesto que, según Efesios 6, 12, la lucha de Dios se dirige a través de nosotros contra los poderes de origen, contra los poderes arbitrarios, contra los dominadores mundiales del reino de las tinieblas, pero también contra los demonios en las esferas celestiales superiores, en breve: contra el infierno real mismo, no deberíamos asombrarnos ni por un momento si nuestro camino nos lleva realmente, tarde o temprano, al borde del infierno. Escribo aquí sobre estas cosas porque es obvio que la noticia acerca de mi colapso llegará incluso a los rincones más traseros de los enemigos de Dios y, por lo tanto, también a aquellos que me son hostiles. Y, por supuesto, os gusta escuchar este tipo de noticias. Sólo el anuncio sobre mi muerte podría aumentar aún más su alegría. Pero, no os alegréis demasiado pronto, enemigos míos, porque estoy vivo todavía. Y mientras aún sólo tenga un soplo de aliento en mi pecho, os daré testimonio de las realidades espirituales tal como realmente son. Y cuando llegue el tiempo, no os deberé ni una gota de vuestra sangre porque siempre os he proclamado todo el consejo decisivo de Dios, como Él está revelándolo actualmente a través de mí y de la OCG. Así que hoy quiero relataros acerca del borde del infierno, porque es ahí donde me han llevado, una y otra vez desde 1977, últimamente en estos días, semanas y meses. ¿Y sabéis qué pasa allí respectivamente? ¿Conocéis las intenciones y los caminos de Dios que Él sigue con ello? El resultado y producto de ello es cada vez el mismo: la purificación de nuestra fe y la prueba de fuego de nuestras obras. Léelo tú mismo en tu Biblia porque temprano o tarde aprenderás a conocer este lugar tú también. Como está escrito en 1 Corintios 3, 13: “Así que la obra de cada uno se hará obvio, pues el día lo alumbrará porque será revelado en fuego, y el fuego comprobará la consistencia de la obra de cada uno”.
Así que es el día del Señor que viene hacia nosotros como fuego. Y como ya dije, este fuego es el fuego del infierno, porque el diablo, que está en constante conflicto con Dios y Su creación, es un litigante, pero a la vez un acusador y destructor despiadado. Si Dios, en su misericordia, no nos diera Su amor y sangrara por nuestros pecados, una y otra vez, eliminando así las demandas de venganza del diablo, entonces, todos estaríamos muertos, desde hace mucho tiempo. Pero, en este punto, nadie piense que la gracia, concedida de Dios, intervenga en nuestras obras “como de costumbre” cuando el diablo las aflige con su furia ardiente y busca todo punto quemable. Ya que he enfrentado al día del Señor en el fuego, al borde de este infierno, innumerables veces, puedo deciros con la mayor certeza que no hay favoritismos en este juicio. O Cristo pudo edificar Sus obras sobre Su naturaleza rocosa en nosotros, o se quemarán, todas las obras. Y ahora puedo daros testimonio de mi reciente prueba de fuego, en primer lugar con respecto a mis obras. Una revisión general análoga similar de mis obras tuvo lugar, durante mi colapso en 1994. Cuánto se alegraron entonces todos mis enemigos cuando estuve allí, durante más de dos años, en un colapso total. Reconocieron en ello la hora de su confirmación de ellos, porque todos sus mensajes sobre mí parecían confirmarse y que yo había recibido “mi justo castigo”. Sin embargo, ninguna de mis obras, creadas hasta entonces, fue quemada en el fuego. Cada uno de mis mensajes fue conmovido hasta el fondo, examinado por radiografía e inflamado, por parte del diablo. No tuve que renegarme de palabra alguna. En el punto culminante de este juicio ardiente, cuando fui quemado hasta los huesos yo mismo, salió a la luz una de mis puntos débiles, un pecado del que no pude evitar arrepentirme. La suma final de este tribunal culminó en el veredicto:
“¿Por qué has soportado de manera humana todas estas faltas en el organismo que se te ha confiado, en lugar de juzgarlas en claridad divina?” “Pero, Señor”, traté de justificarme, “cierto que está escrito: «¡No juzgaréis»”. Pero, sin mostrar reacción a mis objeciones, Dios comenzó a derretir todos los aires de grandeza emocionales de mi ser, con las llamas abrasadoras del infierno. Había de elegir, vida o muerte, la muerte: si no cumplo el servicio divino del juicio; la vida: si yo intermediase el ministerio judicial, que me fue revelado en el fuego, a su congregación eclesiástica. Elegí la vida y formé la OCG. (Generación – Orgánica – de Criste) Esto, por supuesto, causó la amargura más profunda entre todos mis enemigos, porque preferirían verme en la tumba que de nuevo en el púlpito. Así que nunca olvidéis que es posible formar un OCG entero desde cero, desde el borde del infierno, desde las propias fuerzas agotantes, y hoy exactamente, 30 años después, está en plena actividad, como un organismo maduro y existente, a nivel global. Porque del borde del infierno también surgieron: la Editorial Elaion, Panoramafilm, AZK, Kla.TV, Sasek.TV, Vetopedia y todo lo demás que sabéis de nosotros . Para que esta carta no resulte demasiado larga, pasemos ahora al presente. Exactamente ahora, mientras estoy escribiendo estos renglones, los fuegos del infierno vuelven a arder a mi alrededor. Una vez más con las fuerzas completamente agotadas, mientras todo: el espíritu, el alma y el cuerpo es llevado a través del fuego, ordenado por parte de Dios, puedo ver atrás a las primeras semanas de pruebas, en las que primero todas mis obras fueron expuestas, una vez más, al fuego infernal. Y una vez más puedo estar presente aquí y miraros a las caras y dar testimonio: ¡Ninguna de mis obras se ha inflamado! No he tenido que renegarme de ninguno de mis más de 2000 sermones o discursos, tampoco ninguna de mis fundaciones, ninguna de mis decisiones, tal y como las había tomado. Nada de mis libros, documentales, largometrajes, sermones, canciones, y lo que quisieras que se pueda mencionar, pudo tocarse o quemarse por parte del diablo. Y por eso os digo sobre todo: Si Dios ahora no ha dejado caer ninguna de todas estas palabras en el suelo, no dejéis caer ninguna de estas palabras en el suelo, Pues estas obras no vinieron de mí, pero son obras que Cristo llevó a cabo a través de mí y a través de todos nosotros. La OCG no es producto de Ivo Sasek, sino un producto del Logos, que se ha encarnado de nuevo en todas estas personas maravillosas. Y este Logos está a punto de establecerse también en el campo de todos los justos y de activar los órganos internos más ocultos de Su organismo. Pero, la única causa de mis colapsos fue siempre y sin excepción la traición a la fe, la traición desde dentro, por parte de personas que, como el antiguo Israel, habían sembrado dudas entre nosotros, al igual que Israel, que antes de entrar en Canaán había cometido una rebelión interna y constantemente señalaba con el dedo a los gigantes y a las siete naciones más grandes y fuertes, así como Dios dejó que una generación entera muriera en el desierto, a causa de su incredulidad, así que sólo Josué y Caleb pudieran entrar a la tierra prometida con la joven generación, lo mismo y no de otro modo sucede con mis colabsos. Nunca fueron las luchas infinitas ni esta guerra espiritual, y ahora cada vez más material, ahí afuera, los que habían quebrado mi fuerza interior y exterior. Porque mientras sigamos el ritmo del Espíritu del Señor, caminaremos sobrenaturalmente sin cansarnos, pasando constantemente de la debilidad a la fuerza y luego de una fuerza a otra. Pero, a través de estos atrios siempre recurrentes, es decir, a través de estos ataques desde dentro, contra la Palabra dada o contra el ministerio siempre en evolución, contra las obras que Cristo ha hecho vida a través de nosotros, estos ataques, siempre y sin excepción, han llevado a colapsos porque la fuerza paralizante venía desde dentro. En amor y expectativa
Vuestro Ivo |











